Entre los métodos de supervivencia que han utilizado innumerables culturas a lo largo de la historia, destaca la conservación de los alimentos. Y es que las hambrunas han afectado a la humanidad durante todas las eras. Por eso, toda persona amante del preparacionismo debe conocer cómo hacer el pan eterno.
Se trata de una receta imprescindible para tus suministros de emergencia, bien sea para guardar en casa o para llevar a tus aventuras al aire libre. De hecho, este alimento es ideal para tiempos de escasez, guerras, catástrofes naturales y todo tipo de eventos de supervivencia, como el TEOTWAWKI o el Gran Apagón.
En esta guía te enseñamos la receta del pan eterno para la supervivencia. Te explicaremos cómo es su preparación paso a paso y añadiremos algunos consejos para su uso y almacenamiento.
¿Qué es el pan eterno de supervivencia?
El pan eterno es un alimento de supervivencia de fácil preparación. Además, te ofrece un alto componente calórico y de azúcares, por lo que es una comida bastante energética. Efectivamente, muchos preparacionistas lo consideran una barrita energética. Podrás saciar tu apetito y recibir toda la energía que necesitas al ingerir pequeñas porciones.
Lo podemos considerar como uno de los alimentos de supervivencia de larga conservación. Es capaz de mantenerse en buen estado durante meses e incluso años sin perder sus propiedades nutricionales. Por eso, también es conocido como el pan que dura años. Y lo mejor de todo es que se prepara con alimentos comunes y económicos.
Receta del pan eterno que dura meses
Veamos a continuación los ingredientes que necesitas para elaborar este pan de supervivencia:
Ingredientes
- 125 gramos o ½ taza de agua.
- 250 gramos de avena.
- 250 gramos de leche en polvo.
- 175 gramos o ½ taza de azúcar.
- 100 gramos de miel.
- 40 gramos de gelatina de limón o naranja.
Cómo hacer pan de supervivencia paso a paso
Tan solo has de seguir los siguientes pasos para preparar tu propio pan eterno:
- Mezcla de forma homogénea los ingredientes secos (leche en polvo, avena y azúcar) en un bol o recipiente grande. Ten en cuenta que la avena no debe incluir la cáscara o el salvado. Para esta receta nos interesa la parte interior de la semilla o el copo de avena, el cual puedes obtener en formato de harina.
- Para preparar la parte líquida de la receta, pon el agua al fuego. Una vez que esta hierva, añade la gelatina. Una vez que esté disuelta la gelatina, añade la miel. Mezcla la solución hasta que su contextura sea uniforme.
- El siguiente paso es añadir el líquido a los alimentos secos y mezclar hasta obtener una masa uniforme. El resultado debe ser una masa pastosa y con un aspecto seco.
- Haz pequeñas porciones de masa y prepáralas con forma de galletas o panes pequeños.
- Coloca los panes sobre una bandeja con aceite y papel de mantequilla para evitar que se peguen. Hornéalos durante 20 minutos a temperatura media (180 °C). Al usar el horno, no es una receta para cocinar sin electricidad.
- Una vez listos puedes, corta en porciones manejables y guárdalos en papel aluminio y bolsas zip. Incluso es mucho mejor utilizar una envasadora al vacío.
En una situación de emergencia o supervivencia, disponer de este pan te puede salvar la vida. Una pequeña porción en la mañana y otra en la tarde suplirán el mínimo de calorías que necesitas.
Si quieres aprender a preparar otro alimento de larga conservación, te recomendamos echar un vistazo a la receta de pemmican.
Consejos y recomendaciones
Sigue estos consejos para que puedas obtener el mejor provecho de tu pan eterno:
- Se trata de una receta casera, por lo que te recomendamos que la prepares varias veces. Esto te permitirá determinar la consistencia y el tamaño de porciones ideal para ti.
- Por lo general, la masa final es bastante seca. Por eso, puedes añadir un par de cucharadas de agua extra, pero no más de eso. Acuérdate de distribuirla uniformemente en la mezcla.
- La masa resultante es muy pegajosa. Debes colocar un poco de aceite en tus manos en el momento de manipularla.
- No es recomendable introducir porciones muy gruesas de pan en el horno. Esto hace que sea más difícil controlar el punto exacto de cocción de la mezcla.
- El tiempo máximo en el horno es de 20 minutos. Si se supera el tiempo de cocción, quedará muy duro y no te será útil. Lo mejor que puedes hacer es comprobar cómo va la cocción cada 15 minutos. Puedes abrir el horno sin problemas, ya que la mezcla no contiene levadura.
- Aunque puede conservarse durante años, lo ideal es consumirlo antes de que transcurran 6 meses después de su elaboración.
Como puedes ver, la receta del pan que dura 100 años es muy fácil de elaborar. Lo mejor de todo es que te puede ser útil en situaciones inesperadas, cuarentenas y crisis de toda índole. Por lo tanto, te animamos a que lo prepares y lo incluyas en tu mochila de supervivencia y en tu despensa de alimentos no perecederos.
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Santi Torres
Autor y Editor de Noreste ClubExperto en supervivencia en la montaña. Me apasiona la aventura, la naturaleza y poder superarme día a día. Aprendo y divulgo todo lo que sé.